Un frasco chino de rapé del siglo XIX con la efigie del rey carlista Carlos VII
- Museo Carlista de Madrid
- 2 jul
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Actualizado: 9 jul
El Museo Carlista de Madrid ha incorporado a sus fondos un objeto único entre los recuerdos relacionados con el rey Carlos VII. Una verdadera "pieza de museo", en el sentido más convencional del término. Se trata de un pequeño frasco de rapé de 5,6 cm de altura fabricado en cristal en China en el siglo XIX y con tapón de amatista. El pequeño frasco, apoyado sobre una base de madera, está decorado en uno de sus lados con el perfil laureado del rey carlista y el texto Carolus VII Rey de las Españas, mientras que en el lado opuesto figura el lema "Dios, Patria y Rey" y la fecha 1874 alrededor del escudo simplificado de los reyes de España, bajo corona real.
Anverso y reverso del frasquito de rapé de Carlos VII , hecho en China en el siglo XIX.
Las imágenes grabadas en el frasquito recuerdan a la moneda de Carlos VII conocida como "duro de Bruselas" que se acuñó en la capital belga en plata y con pruebas en cobre, precisamente también en 1874. En ellas aparece también en el anverso una efigie laureada de perfil de Carlos VII, mirando a la derecha, y en el reverso el mismo escudo de los reyes de España con el escudete borbónico en el centro.

El rapé es un preparado a partir de las hojas de la planta del tabaco secadas, molidas y habitualmente aromatizadas para su consumo por vía nasal. La palabra proviene del francés rapé, que significa "rallado".
La inhalación de rapé proviene de la América precolombina. Las primeras descripciones de la práctica de inhalar polvo de tabaco constan del segundo viaje antillano (1493-1496) de Cristóbal Colón. La práctica se introdujo en España en el siglo XVI. En 1561, el embajador francés en Lisboa envió rapé a Catalina de Médici, esposa del rey Enrique II de Francia, como tratamiento medicinal para las migrañas padecidas por su hijo, lo que llevó a la popularización del mismo como remedio entre las élites. A partir de entonces, el rapé comenzó a ser consumido en Europa entre los grupos más pudientes. En España el rapé arraigó fuertemente, en gran manera debido al influjo francés, con el acceso de la dinastía borbónica. Las clases altas fueron las más adictas, posiblemente porque también eran las habituales consumidoras de polvo. En el siglo XVIII el rapé se convirtió en una moda extendida entre los círculos aristocráticos europeos, cuya influencia llegó también al Extremo Oriente.
Un "frasquito chino de rapé" (o botella de rapé china) es un pequeño recipiente, a menudo exquisitamente decorado, que se usaba tradicionalmente para guardar rapé. Estas botellas, populares durante la dinastía Qing, son consideradas obras de arte debido a sus elaborados diseños, que a menudo incluyen tallas, pinturas e incluso caligrafía. Servían para llevar tabaco en polvo, y posteriormente también para llevar perfume. Cómodas para transportarlas, miden entre 5 y 8 cm aproximadamente.
El frasquito con la efigie del rey Carlos VII adquirido por el Museo Carlista de Madrid perteneció a la colección del comerciante vietnamita Nguyen De, y fue subastado el 11 de junio de 2025 en la casa de subastas parisina Varenne Enchères. Nguyen De, nacido en Hanoi en 1900, fue jefe del Gabinete de Báo Dai, lo que le convirtió en asesor cercano y administrador de los asuntos cotidianos del emperador.
Báo Dai, nació en el palacio de Doan-Trang-Vien en la ciudad de Hue, en 1913, aunque fue educado en Francia. Fue el último emperador de Vietnam, combinando desde 1925 periodos en el poder, bajo tutela francesa, con otros de expatriación, hasta su exilio definitivo en Francia en 1955, donde vivió hasta su muerte, acaecida en Paris en 1997.
En la hoja de servicios de Nguyen De figura que participó en la Conferencia de Fontainebleau de 1946 como delegado experto de la delegación del Viet Minh. En junio de 1952 fue nombrado en el Gobierno Nacional presidido por Nguyen Van Tam como Director del Gabinete del emperador Bao Dai y Delegado Imperial para los Dominios de la Corona, formando parte del Consejo de ministros con el rango y prerrogativas de ministro de Estado. En un clima de gran inestabilidad en que los gobiernos duraban poco, nuevamente en enero de 1954 formó parte del Gobierno Nacional, gabinete presidido por Buu Loc, como ministro de Estado y Delegado Imperial para las Tierras Altas del Norte y del Sur.

Nguyen De, que vivió largos años en Francia hasta su fallecimiento el 22 de marzo de 1992, fue un gran coleccionista de arte, incluyendo una notable colección de frascos chinos de rapé. Su posesión del frasquito con la efigie de Carlos VII que nos ocupa, pudo ser tanto resultado de un obsequio como fruto de su adquisición por parte del coleccionista a algún comerciante francés, lo que dejaría abierta la posibilidad a que en algún momento el objeto hubiera pertenecido al propio Don Carlos, si hubiera sido a él a quien se lo hubieran regalado, como parece posible.
Los frasquitos chinos de rapé, al igual que las más comunes cajas de tabaco rapé, sirvieron durante el siglo XVIII, y en menor grado también durante el XIX, como «regalo de estilo», es decir como presente diplomático en las cortes europeas. Los regalos de estilo eran regalos cortesanos, familiares y diplomáticos, característicos de los ambientes de las casas reales de entonces. En el caso de las cajas, en su mayoría tenían retratos de diferentes miembros de las familias aristocráticas, en pequeño formato. Los regalos destinados a los diplomáticos frecuentemente contenían imágenes pintadas o grabadas de los reyes como símbolo del poder. Ejemplos de ellas son la caja de rapé realizada en 1777 con retrato de María Luisa de Borbón, futura esposa de Carlos IV, de la Colección Museo de Arte Colonial Quinta de Anauco, o la cajita de rapé que perteneció a Fernando VII que se conserva en el Museo del Romanticismo. Las cajas para guardar tabaco, realizada en ocasiones en materiales nobles y piedras preciosas en la primera década del siglo XIX, se convirtieron en objetos de lujo, siendo frecuentemente regalos institucionales y diplomáticos. Representan el gusto por la ostentación y la elegancia de la clase aristocrática.
Las cajas podían estar destinadas a guardar objetos y productos, como lunares, polvos de arroz, dulces, tabaco o rapé, mientras que los frascos de rapé de cristal chinos se usaban a menudo para guardar perfumes.
Sabemos que Carlos VII fue un fumador habitual, aunque desconocemos si llegó hasta su tiempo la costumbre de esnifar tabaco. Ignoramos si el frasco mostrado ahora en el Museo Carlista de Madrid fue objeto de un regalo al monarca carlista, quizás de algún legitimista francés. Francia tenía una gran comunidad legitimista y fuertes vínculos con Indochina.
Más probablemente el frasco de rapé con la efigie de Carlos VII sería fabricado como pieza de propaganda, quizás encargada por partidarios carlistas o incluso miembros de casas reales europeas simpatizantes. Los objetos decorativos personalizados eran una forma de expresar lealtad o reconocimiento a una figura política.
No deja de ser significativa la fecha de 1874 en el vidrio del frasco. En 1874 Carlos VII formó gobierno en Estella, y muchos en Europa veían en él un pretendiente serio al Trono español.
Resulta difícil rastrear la peripecia seguida por un frasco de cristal fabricado en China en el siglo XIX, con la efigie de un pretendiente carlista reconocido como “rey de las Españas”, perteneciente a la colección de un dignatario vietnamita y vendido en una casa de subastas de París…
Todo ello no hace más que realzar la singularidad de una pieza que el Museo Carlista de Madrid se enorgullece de haber podido incorporar a una colección, cuyo valor para el patrimonio histórico del carlismo es ya unánimemente reconocido.
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