El Museo Carlista de Madrid continúa enriqueciendo sus fondos, a través de la incorporación de nuevas piezas que amplían su ya extensa colección de recuerdos históricos del Carlismo. En el año que ahora termina, importantes objetos, tales como el impresionante busto en bronce del rey Don Jaime de Borbón, que perteneció al general Sanjurjo, o las banderas de los voluntarios navarros por Dios, la Patria y el Rey en la Guerra contra la Convención (1793-1795), constituyen otras tantas joyas de un Museo que es quizás ya el más completo existente sobre la historia carlista.
También en el terreno de la pintura, el año que ahora acaba ha sido especialmente relevante en lo que se refiere a la incorporación de nuevos cuadros. Junto al retrato ecuestre del general Juan de Dios Polo y Muñoz de Velasco, o los de Zumalacárregui o de Carlos VII, precedentes de la singular subasta llevada a cabo en Barcelona hace algunos meses, dimos también cuenta de la incorporación del soberbio cuadro “La cantinera y el carlista”, obra de Carmen Gorbe Sánchez, una de las figuras más destacadas del hiperrealismo español contemporáneo en clave femenina.
Como continuación de esa labor de pintura carlista emprendida por la artista aragonesa, un nuevo cuadro se incorpora ahora al Museo, el retrato de la inolvidable reina Doña Margarita de Borbón-Parma. En el mismo, realizado al óleo y con unas dimensiones de 38x45 cm, se aprecia la precisión en el dibujo, el dominio cromático, la elegancia y la fina sensibilidad que son características de la excelente pintora.
Si nos atenemos al rostro de la retratada -pues, en este caso, no es un retrato de cuerpo entero-, se trata sin duda de uno de los mejores retratos al óleo existentes de Doña Margarita, a la altura de los debidos a los pinceles de César Muñoz Sola, perteneciente a la Diputación Foral de Navarra, o del desaparecido retrato pintado por Antonio Morán Peris para el Centro Regional de Veteranos Carlistas de Barcelona.
El carlismo está de enhorabuena de contar en su iconografía con las aportaciones de dos pintores de primera fila como son Augusto Ferrer-Dalmau y Carmen Gorbe Sánchez. Con temáticas complementarias -él “pintor de batallas” y ella más volcada hacia el retrato y la escena costumbrista- sus obras continúan la estela de los grandes pintores carlistas del siglo pasado como Enrique Estevan, Antonio Lecuona, Carlos Vázquez y otros muchos. A ellos dedicaremos, Dios mediante, un libro actualmente en preparación, que espero podrá ver la luz este próximo 2021.
Doña Margarita, el ángel de la Caridad, la reina que encandiló el corazón del pueblo carlista con sus sobresalientes virtudes, goza ahora de un nuevo retrato en el camerino dedicado a ella, al que se accede desde la Sala de Carlos VII.
Una razón más para visitar el Museo Carlista de Madrid para todos aquellos que aún no lo conozcan.
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