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  • Museo Carlista de Madrid

Los hijos del general Cabrera. Unas fotografías de infancia



En 2006 publiqué una extensa biografía del general carlista Ramón Cabrera, al que poco tiempo antes había dedicado algunos trabajos monográficos aparecidos en la revista Aportes.

En mi investigación manejé una extensa iconografía del caudillo tortosino y su entorno familiar, sobre todo de su esposa la inglesa Marianne C. Richards, con quien el conde de Morella contrajo matrimonio en Londres el 29 de mayo de 1850. Tuve igualmente acceso a algunas de las escasísimas fotografías existentes de sus hijos, que me proporcionó Carlota Cabrera, bisnieta directa del general y actual marquesa del Ter, que recogí en los citados trabajos y que en todos los casos nos mostraban su imagen ya de adultos y en fecha posterior al fallecimiento del general, ocurrido en 1877.

Por eso resulta de gran interés el descubrimiento por parte del Museo Carlista de Madrid de una composición fotográfica en la que aparecen los condes de Morella con sus hijos cuando éstos eran niños. Unas fotografías hasta ahora inéditas y que nos permiten reconstruir aún mejor, el ambiente familiar de los condes de Morella.


Del matrimonio de Ramón Cabrera y Marianne Catherine nacieron cinco hijos, tres varones y dos hembras.

Maria Teresa Cabrera Richards
Maria Teresa Cabrera Richards

La primogénita vino al mundo el 29 de octubre 1852, y recibió los nombres de María Teresa Carlota Luisa Sofía a instancias del propio Rey Carlos V, que junto con su esposa Doña María Teresa de Braganza, fueron padrinos de la recién nacida. Luisa, como era llamada familiarmente, causó serios disgustos a su madre, con quien mantuvo una tensa relación, llegando al extremo de abandonar el hogar familiar. Tiempo después, contrajo matrimonio con el aristócrata de ancestros italianos Charles Gandolfi Hornyold, conde y Marqués de Gandolfi. Tras enviudar, Luisa Cabrera fallecería en París en 1918.



El primer hijo varón de los Condes de Morella, nació el 3 de febrero de 1854, y fue bautizado con los nombres de Ramón Alejandro Leopoldo.


Ramón Cabrera Richards
Ramón Cabrera Richards

El joven Ramón pretendió hacer en Inglaterra la carrera de las armas, pero al no conseguir su ingreso, optó por viajar a España e ingresar en la carrera diplomática. El 23 de octubre de 1884 contrajo matrimonio en Londres con la joven francesa Lilly Rose Schenrich. Ramón Cabrera Richards siguió su carrera diplomática primero en el Ministerio de Exterior, luego en la legación española en Washington, y posteriormente como agregado de la Embajada española en Londres. Durante las primeras dos décadas del siglo, el segundo Conde de Morella y Marqués del Ter –el General Cabrera había fallecido en 1877- residiría unas veces en Londres y otras en Madrid, en su domicilio de la calle Almagro.

Como en el caso de su hermana María Teresa, tampoco sus relaciones con su madre fueron buenas, como prueba el hecho de que en 1890, cuando Marianne Catherine redactó su primer testamento, omitiera por completo en el al mayor de sus hijos varones.


El resto de los hijos varones de los condes de Morella tuvieron vidas menos dilatadas, falleciendo incluso antes que su anciana madre. El segundo varón, Ferdinand Augustus Ramón Cabrera, había nacido en el mes de marzo de 1856.


Augusto Cabrera Richards
Augusto Cabrera Richards

Durante años fue el orgullo de su madre, al ingresar al servicio del Kaiser Guillermo I en el ejército prusiano por mediación del propio emperador Guillermo, que distinguía al general Cabrera con su amistad. Augustus formó parte del 2º Regimiento de Dragones de la Guardia Prusiana durante diez años, hasta que por problemas de salud tuvo que abandonar el cuerpo, siendo nombrado por el emperador su Kammerjunker, una especie de Maestro de Ceremonias o Introductor de Embajadores. Falleció en 1914 a la edad de 59 años.




El tercero de los hijos varones, Leopold, nació en la residencia familiar de Wentworth, (Surrey, Inglaterra) en marzo de 1860, y fue según algún autor el “garbanzo negro” de la familia, o al menos del que conocemos menos datos. Parece ser que padecía desde niño algún trastorno de tipo psiquiátrico, y que fue apartado de la familia enviándosele a Australia, conforme a una práctica no infrecuente en las “familias bien” de la época. Mientras lo anterior no está confirmado, lo que si sabemos es que Leopold ingresó más tarde en la academia militar de Zerbst - donde anteriormente lo había hecho su hermano Augustus- al servicio del Kaiser en el ejército alemán. En 1883 se incorporó al regimiento de la Garde Jäger en Postdam por mediación del propio emperador. Leopold falleció en 1909, a la edad de 49 años, víctima de una penosa enfermedad. Está enterrado en la iglesia católica de Saint Edward The Confessor en Windsor, edificada en parte gracias a la generosidad de su padre, quien en 1868 donó el terreno y avaló los fondos necesarios para su construcción. Los segundos condes de Morella mandaron instalar en la iglesia unos vitrales a ambos lados del altar en recuerdo de su hermano Leopoldo.


Ada Cabrera, hija menor de los condes de Morella
Ada Cabrera Richards

Finalmente, la última y menor de los hijos de los condes de Morella nació en septiembre de 1862 y fue bautizada católica, como el resto de sus hermanos, con los nombres de Ada Beatrice Constanza. Sin embargo, Ada sería tomada bajo los especiales auspicios de su madre –ya por entonces refugiada en un anglicanismo radicalizado y antirromano - que obtuvo de su esposo la autorización para que fuera criada y educada en la fe protestante. Ada -que moriría de un problema cardiaco en su residencia de Hill House en Harvey Road, Guilford, el 1 de mayo de 1934, a los 71 años de edad-, permaneció toda su vida soltera y heredaría en solitario la fortuna y patrimonio de su madre, la condesa viuda de Morella.


La fotografía familiar integrada ahora en el Museo Carlista de Madrid muestra a los hijos y a sus padres, formando una corona en torno al escudo heráldico del apellido Cabrera. El hecho de que sean sólo cuatro los hijos, y de que uno de ellos sea la menor, Ada, subraya esa ausencia de Leopold, el hijo varón nacido con problemas y con el que el matrimonio puso distancia encomendando su crianza a otras manos en tierras lejanas.

Por la edad aparente de los retratados, podemos fechar las fotografías en torno a 1865, cuando la pequeña Ada tendría unos 2-3 años, y la hermana mayor, María Teresa, apenas iniciaba la adolescencia.

Eran años en los condes de Morella vivían dedicados a una apacible vida familiar en su soberbia finca de Wentworth, dedicados a sus hijos y a la administración de sus bienes, ya lejos de la guerra montemolinista en la que el general había participado al final de la década de los 40 y antes de las turbulencias para España, para el Carlismo y para el propio general Cabrera que se derivarían de la época revolucionaria inaugurada con el destronamiento de Isabel II en 1868.

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