Durante la Primera Guerra Carlista un buen número de ingleses visitó España, unos como simples viajeros o aventureros y otros como corresponsales de guerra o combatientes en uno u otro bando. España, sus paisajes, monumentos, tipos y costumbres, y también la Causa por la que se desangraba –la legitimidad o el liberalismo- tenían un atractivo irresistible para aquellos viajeros o militares románticos. Algunos de ellos, dotados de un mayor o menor talento artístico, pero haciendo siempre gala de sus dotes de observación, plasmaron con el lápiz o el pincel sus impresiones del país y también de la guerra que lo devoraba.
El Museo Zumalacárregui ofrece en su página web una interesante exposición virtual sobre estos artistas británicos, fueran o no combatientes. Entre ellos hemos mencionado en nuestro blog a Richard Ford o de John F. Lewis, destacado hispanista el primero y reputado pintor orientalista el segundo, que plasmaron valiosas páginas o escenas de la guerra carlista en el Norte sin involucrarse en la contienda.
Otros británicos llegaron a España como militares profesionales, aunque los pinceles formaran parte de sus mochilas y equipajes. Fue el caso del capitán Charles Henningsen, que luchó con los carlistas y realizó unos curiosos apuntes gráficos conservados igualmente en el Museo Zumalacárregui, y también de Charles Van Zeller, combatiente en este caso del bando cristino y cuyos dibujos del conflicto –sin ser tampoco un pintor profesional- tienen mayor valor artístico.
Del capitán Charles Van Zeller solo sabemos que fue un militar británico, al parecer de origen portugués, que luchó en la Primera Guerra Carlista como oficial adjunto del Estado Mayor de la Reina Gobernadora. Según alguna fuente, pertenecía como oficial a la Armada británica, si bien este extremo no es seguro. Durante su permanencia en el ejército cristino en territorio vasco-navarro, realizó una serie de sketches que aparecieron grabados en la obra de J. Dickinson Civil War in Spain, publicada en Londres en 1837, donde se recogen 12 planchas litografiadas e iluminadas por WRD y John West Giles basadas en sus trabajos.
En sus dibujos el capitán Van Zeller -ascendido luego a mayor o comandante antes de dejar nuestro país-, refleja distintos tipos populares y combatientes del ejército carlista, pero también escenas de la guerra como el asalto de las tropas francesas a un fuerte carlista, un hospital de sangre o el enterramiento de los muertos tras la batalla.
La Diputación de Guipuzcoa posee la colección de estos grabados, difíciles hoy en día de encontrar. Una colección de seis de ellos, que permanecían hasta ahora en manos de un anticuario estadounidense, ha sido adquirida por el Museo Carlista de Madrid y han pasado a formar parte de su colección.
Junto a las acuarelas de John F. Lewis, la colección de estas seis litografías originales del comandante Charles Van Zeller constituye un interesante fondo museístico sobre la Primera Guerra Carlista, de las que tan escasas son las representaciones artísticas.
Por su extraordinario interés, dado lo poco que se conocía del personaje hasta ahora, recogemos a continuación la biografía de van Zeller según ha podido ser investigada por Javier María Pérez-Roldán, y que será próximamente objeto de un libro que publicará la Editorial Tradicionalista:
Carlos van Zeller Clamouse, militar y pintor romántico
Hay pocas representaciones gráficas coetáneas de la primera guerra carlista. Sin embargo, unas de las más populares, desde luego, son las realizadas por el que todas las publicaciones carlistas llaman «major Charles Vanzeller», del que constantemente se dice, simplemente, que era un militar británico de origen portugués del que se ignoran más datos. Por eso publicamos hoy no solo una biografía completa, sino, además, otras obras suyas (o inspiradas en sus dibujos), que han sido completamente desatendidas por la historiografía sobre el carlismo.
Carlos van Zeller (también escrito como Vanzeller), nació en Londres, el 31 de julio de 1811. Fue bautizado el 1 de agosto de 1811 en la Real Capilla Portuguesa de Londres. El oficiante fue el padre William Victor Fages, y los padrinos Arnaldo Van Zeller y María Browne. A pesar de su nacimiento, fue siempre ciudadano portugués.
Su familia era natural de Rotterdam (Países Bajos), eran católicos, y alcanzaron gran influencia social en la vida portuguesa del siglo XVIII[1], que llega hasta hoy. Sus bisabuelos fueron Arnaldo João van Zeller (Rotterdam 27 de marzo de 1702-Oporto, 12 de junio de 1766, hijo de Luis Francisco van Zeller y Joana Harles; nieto por parte de padre de Arnaldo Van Zeller y de Emerencia Vander Steger; y nieto, por vía materna, de Enrique Harles y de Adriana Pouiv) y Ana Francisca Henckell (14 de enero de 1720- San Nicolás, Portugal-1801, hija de Pedro Henckell y Ana María Palmer). Su abuelo se trasladó en la década de 1720 a Portugal, radicándose en Oporto. Este matrimonio tuvo 15 hijos: Pedro (1736-1802, casado con María Isabel Wittenhall, 1749-1819), de los que luego hablaremos; Ana Luisa (nacida en 1737, y casada con José Enrique de Maia); Luis (nacido en 1738); Juana (nacida en 1740); Juan (nacido en 1741 y casado con Ana Francisca Henckell, 1754-1791); José (nacido en 1742); María Ángela (nacida en 1743); Teodoro (1747-1817, casado en Utrecht, el 22 de enero de 1787 con Catharina María van Rosendael, fallecida en 1841); Ignacio (nacido en 1750), Arnaldo Juan (1751), abuelo de nuestro biografiado, por lo que más adelante hablaremos de él con mayor detalle; Enrique Pedro (nacido en 1752 y casado con María Juliana Kopke, 1765-1830); Francisco (nacido en 1753); Antonio (nacido en 1754) e Isabel Leonor (nacida en 1756). Su bisabuelo fue miembro de la Orden de Cristo.
Como hemos mencionado más arriba su abuelo fue Arnaldo João van Zeller (3 de octubre de 1751-14 de marzo de 1822). Este contrajo matrimonio con Anne Eleanor Wittenhall (c. 1760-11 de mayo de 1802), de familia inglesa pero de confesión católica, hija de Townsend Wettenhall (pues el apellido aparece indiferentemente de las dos formas) y Anne Canner. Anne, la abuela de nuestro biografiado, era la hermana menor de la famosa María Isabel Wittenhall (Inglaterra, 6 de noviembre de 1749–1819), pionera en el uso de la vacunación contra la viruela en Portugal. Esta María Isabel casó el 4 de mayo de 1767 con el hermano de Arnaldo Joao, llamado Pedro van Zeller (1736-1802) que fue cónsul de Rusia en Oporto, y caballero de la Orden de Cristo, llegando a tener tres hijos, el último de los cuales, Francisco José van Zeller (1815-1868) también perteneció al ejército inglés.
Estos abuelos suyos tuvieron seis hijos: Juan José (nacido en 1783 y casado con Elisa Mary Coyney); María Eulalia (nacida 1785); José Pedro (1786-1857), padre de nuestro biografiado del que luego hablaremos; Francisca Antonia (1787); Joaquín (1789); y Francisco Ignacio (1790-1868, casado con Ana Adelaide de Almeida Carvalhais).
Los padres de nuestro biografiado fueron, José Pedro van Zeller (1786-1857) y Genoveva Clamouse Browne[2] (nacida circa 1790, hija de Domingo de Clamouse Browne – nacido circa 1745 en Oporto, hijo de Pierre Browne [natural de Flandes] y Francisca Xavier de Clamouse [natural de Oporto]- y María Custodia do Nascimento Sada), tuvieron nueve hijos: Carlos (1811), nuestro biografiado; Carolina (1813), Duarte (1815), José Augusto (1817), Eulália (1819), Artur Francisco (1821), Félix ( 1823), Cecilia Sofia (1827) y Genoveva Amélia (1830).
Carlos van Zeller pasó a Portugal en 1829 por primera vez, regresando al poco a Inglaterra. En 1831, ilusionado con la proyectada expedición de don Pedro I de Brasil y IV de Portugal (12 de octubre de 1798-24 de septiembre de 1834) y la formación de un batallón de extranjeros, decide participar en la guerra civil portuguesa. No obstante, fue una labor difícil, pues tanto Sir George Lloyd Hodges (1792-14 de diciembre de 1862), que mandaba la brigada de voluntarios británicos que se alistaron para luchar en apoyo a Maria da Glória frente a Dom Miguel, como Sir George Rose Sartorius (9 de agosto de 1790-13 de abril de 1885), comandante de la armada de don Pedro, se opusieron a ello. Sin embargo, Carlos ven Zeller contaba con la influencia de su padre y la intercesión de Rocha Brito, por lo que finalmente consiguió ser destinado, por orden especial de don Pedro IV, en el Regimiento de Infantería de la Brigada de la Marina Real Portuguesa comandada por Hodges.
En agosto de 1831 asciende a Alférez, y el 1 de diciembre de 1831 a teniente. El 21 de diciembre de 1831 embarcó para las Azores, y el 8 de julio de 1832[3] participó en del desembarco de Mindelo (en el que intervinieron 60 navíos y 7.500 hombres) que permitió la toma de Oporto el 9 de julio de 1832, pasando a soportar el asalto a la ciudad por las tropas miguelistas el 29 de septiembre de 1832 y el subsiguiente asedio.
En 1833 se incorpora a los Lanceros a las órdenes de Griffiths, que se encontraban en Messejana (en el Algarve). Fue precisamente en esta ciudad en la que el duque de Terceira, António José de Souza Manoel de Menezes Severim de Noronha, reunió su consejo el 17 de julio de 1833 y decidió tomar Lisboa, lo que tuvo lugar, finalmente, el 24 de julio de 1833. Curiosamente el 25 de julio de 1833 los miguelistas instalaron sus baterías para intentar reconquistar Lisboa justo en frente de la quinta de los van Zeller.
El 5 de septiembre de 1833 nuestro biografiado se distingue en las líneas de Lisboa.
El 11 de enero de 1834 pasa al Regimiento de Granaderos británicos al mando del coronel Daniel Dodgin (ascendido a brigadier el 15 de octubre de 1835, y muerto heroicamente en junio de 1837 en la batalla de Grá), y allí, el 28 de mayo de 1834, asciende a major-graduado. Por orden del día nº 226, de 6 de julio de 1834 pasa a disfrutar de una licencia de setenta días.
Sin embargo, el 5 de febrero de 1835 deja aquella unidad para pasar a servir en la ayudantía general del Estado Mayor del Ejército de Operaciones a las órdenes del Teniente general, Jorge de Avilez, Vizconde de Reguengo.
Por Orden del día nº 28, de 29 de junio de 1835, obtiene licencia de dos meses para pasar a Gibraltar con objeto de incorporarse a la División Auxiliar de España, y el 2 de septiembre de 1835 el Estado Mayor General le concede licencia ilimitada para servir en España a las órdenes del teniente coronel Joaquim Antonio Vélez Barreiros[4] (1802–1865). Se unió a su nueva unidad en octubre de 1835, presentándose en Burgos. Desde entonces estuvo adscrito al Cuartel General, a las órdenes de Barreiros, al que acompañó en expediciones extraordinarias. Se encargó de hacer copias en inglés de múltiples oficios y de observar de cerca los movimientos de tropas en los días de combate.
El 19 de mayo de 1836 Barreiros recibió la orden de hacer regresar a nuestro biografiado a Lisboa. No obstante Carlos van Zeller dilató la vuelta a Lisboa hasta después de las acciones Arlabán del 21 al 24 de mayo, en la que fue herido Barreiros, y en la que nuestro biografiado recibió, por su conducta, la Cruz de Primera Clase de San Fernando.
Finalmente está de regreso en Lisboa el 19 de julio de 1836. En septiembre retomó su diario, del que luego hablaremos, en Oporto, y luego volvió a España, visitando Murcia, Zamora, Valladolid, Burgos, Miranda y Vitoria. El 4 de marzo de 1837 solicita licencia por dos años. En ese mismo año parte para Mesopotamia, y desde el 25 de noviembre del año 1837 pasa a residir en Mosul, en la casa del Arzobispo Católico de Siria, Gregorio Flisa. Falleció en Mosul, el 4 de diciembre de 1837, en brazos del padre José Khandi, tras recibir los últimos sacramentos. El cadáver fue trasladado desde la casa del arzobispo a la Catedral, donde se celebró un funeral y donde fue enterrado. Su criado, Pim Gramfa, entregó todos sus efectos personales a Towsend Hunguford, Teniente de Artillería de Bengala, que le pagó los sueldos debidos y entregó los efectos personales al Cónsul inglés en Bagdad para que se lo hiciera llegar a su familia.
Obra pictórica:
Carlos van Zeller cultivó el paisaje con anécdotas costumbristas, según el patrón inglés. En sus pinturas abundan tanto los personajes populares como los hombres de uniforme.
De la obra pictórica de van Zeller se conoce en España una pequeña parte. En todas las publicaciones carlistas que hablan sobre él se hace referencia solo a dos de sus obras: Civil War in Spain, y Sketches and remembrance of the carlist army (edición bilingüe en francés y en inglés). Sin embargo hasta ahora en ninguna publicación española se ha hecho referencia a que cuatro láminas de Sketches and remembrance fueron reproducidas, con fuertes modificaciones, en la obra Galerie militaire. Colección des Disfraces Militares de toutes les Nations. París 1840–1855; a que un autor (al día de hoy anónimo, pero seguramente alemán) hizo 8 láminas independientes utilizando de modelos sus dibujos para Civil War in Spain; y que, igualmente, llevó un diario que ilustró con numerosos dibujos y acuarelas, y que contiene varias representaciones del ejercito cristino y del carlista, y en concreto una representación de Zumalacárregui. Este diario aun hoy se conserva, si bien no de forma íntegra, pues en el siglo pasado fue recortado con tijeras y trasladadas las acuarelas y dibujos a un álbum en el que se pegaron alrededor de 150 obras. El diario estuvo en poder, durante muchos años, de Rolando van Zeller (1906-1989), casado con María de Lourdes Woodhouse Kendall, celebre médico portugués; y a su muerte siguió en manos de la familia.
Sus obras fueron publicadas en los siguientes volúmenes:
- Civil War in Spain: characteristic sketches of the different troops, regular and irregular, native and foreing, composing the armies of Don Carlos and Queen Isabella, also varius scenes of military operations, and costumes of the spanish peasantry, by Major C.V.Z. attached to the Staff of the Queen´s Army[5]. Publicada en Londres, en enero de 1837 por J. Dickinson con litografías de James William Giles (4 de enero de 1801-6 de octubre de 1870) coloreadas por J. Graf (c. 1824-1852). En dos entregas, cada una con seis láminas.
La primera entrega contenía las siguientes láminas, que iban acompañadas del texto que indicamos a continuación de cada una de ellas, y que traducimos al español:
Lámina 1: Estado mayor de don Carlos con la torre de Salvatierra al fondo. Nº 1, Don Carlos; nº 2, Zumalacárregui.
Lámina 2: Caballería carlista, el cuerpo mejor organizado de los carlistas: nº 1, Regimiento de la Provincia de Guipúzcoa; nº 2, Regimiento de la Provincia de Álava; nº 3, Regimiento de Navarra. Toda la caballería está armada con lanzas cortas y pesadas; los caballos y los pertrechos se pasan de contrabando desde Francia; cada regimiento tiene alrededor de 250 caballos.
Lámina 3: Infantería carlista e interior de un atrincheramiento carlista, con una bandera negra que tienen la costumbre de izar como señal de desafío y de no conceder cuartel. Nº 1, guerrillero adjunto al ejército. Los números 2 y 3 son soldados regulares de línea, de la que hay de 10 a 12 regimientos. No hay mejores tropas en el mundo para una marcha forzada, frecuentemente recorren 9 y 10 leguas por día sobre terreno montañoso. Usan una gorra algo así como el capó escocés, llamado en Francia bonnet vasco, que es tocado del ejército carlista desde el general para abajo. El único equipaje que llevan es un morral, colgado sobre los hombros, un poncho que contiene 60 cartuchos, sujetado alrededor de los lomos, a través del cual se pasa la bayoneta desnuda. En los pies calzan sandalias [alpargatas], hechas de cuero o piel.
Lámina 4: Plaza Nueva de Vitoria. N° 1, Reclutas, conocidos generalmente con el nombre de los Mendizábal, pertenecientes a los 100.000 quintos que el Ministerio mandó llamar, y de los que solo se presentaron al servicio de las armas 20.000; todos son hombres notablemente bajos, y auténticos niños. Nº 2, un soldado de las tropas ligeras, de la Provincia de Aragón, llamado miñones. Nº 3, una mujer con mantilla, tocado generalizado en España. Nº 4 Campesinos del valle de la Paz, en el Barrio de San Andrés, que cruzan el país ocupado por ambos ejércitos, vendiendo mantequilla y limones, y sirviendo como espías tanto para la Reina como para los generales carlistas. Nº 5, criadas de Navarra y Vizcaya.
Lámina 5: Una Guardia Inglesa regresando de una de las puertas de Vitoria, y cruzando la Plaza Vieja de la ciudad. Este esquema de ninguna manera exagera el estado miserable al que ha sido reducida la Legión Británica.
Lámina 6: Los txapelgorris son desertores carlistas y voluntarios de las provincias rebeldes, los cuales se han levantado en armas al servicio de la Reina; la mayoría son alaveses. Este regimiento tiene unos 400 o 500 soldados, siendo su jefe un oficial de línea; tropas ligeras, excelentes en verdad, valientes como leones, marchan de 9 a 10 leguas por día, y tienen poca disciplina y paupérrima uniformidad. Actualmente se encuentran en la legión británica y ni dan ni reciben cuartel. Al fondo la localidad de Miranda de Ebro.
La segunda entrega contenía las siguientes láminas:
Lámina 1: Oficial de Estado Mayor Español dirigiéndose al ejército, acompañado de un ayudante de 18 años que lleva un caballo de refresco, saludando a los soldados heridos y licenciados que vuelven a casa cruzando el desfiladero de Pancorbo, situado a tres leguas de Miranda de Ebro; en los caminos se ven continuamente grupos de 40 o 70 soldados.
Lámina 2: Enterrando a los muertos después de una acción.
Lámina 3: La Legión Francesa Argelina en pleno ataque contra una trinchera carlista. Esta legión fue la mejor organizada de Navarra y la provincia hasta muy tarde. Llegaron 5.000 a España, y difícilmente se encontrará ningún grupo de soldados superior a este Legión argelina francesa asaltando un atrincheramiento carlista.
Lámina 4: Piquete de la infantería de la Reina, y a lo lejos el puente y los altos de Lazaga: hombres capaces de soportar grandes sufrimientos, con un comportamiento ejemplar y, en una palabra, poseedores de todas las virtudes que una nación puede desear encontrar en sus soldados. A excepción de la chaqueta y los cinturones cruzados, la vestimenta es igual a la de los carlistas.
Lámina 5: Guerrilla de la Reina, compuesta por 200 soldados de infantería y unos 40 caballos, al mando el rico agricultor Martin Zurbano. Corre continuamente los frentes del Ebro y de la Rioja, sin dar ni recibir cuartel de ningún tipo. El dibujo nos muestra la colina de Puebla, en un punto en el que el río Ebro cruza un estrechamiento rocoso, con la vista del pueblo de Brimes al fondo.
Lámina 6: Hospital de campaña durante una acción.
- Der Bürgerkrieg in Spanien. Charakteristische Skizzen der verschiedenen regelmäßigen und unregelo mäßigen Truppen - Gattungen , aus welchen die Armeen Des Don Carlos und der köningin Isabelle. Nr. I und II (alles Erschienene). Leipzig, Baumgärtner, 1837. Es la obra anterior, pero publicada en Alemania. No obstante solo incluye 8 láminas dibujadas por Cäcilie Brand (Leipzig, 2 de diciembre de 1814-15 de julio de 1852) sobre dibujos de van Zeller, e iluminadas en cuatro colores por Johann Friedrich August Kneisel (25 de enero de 1782-1855, Leipzig). En las láminas se realizaron algunos cambios, pues aparecen figuras diferentes a la edición inglesa, y se suprimen otras. En cada entregan iban 4 láminas.
- Sketches and remembrance of the carlist army/Esquisses et souvenirs de l'armée carliste[6]. Litografía de Ligny (Rue Quincampoix, 38. París), 1837. In folio (27 x 36 cms.). Son 6 láminas a color, con rotulación bilingüe.
Estampa 1: Reproduce a un infante carlista de línea, quizá emitiendo un Irrintzi. Bajo la lámina dice: Englishman! You’ve betrayed your blood! Come on, come here! [¡Inglés| ¡Has traicionado a tu sangre! ¡Vamos, ven aquí!].
Estampa 2: Caballería carlista de la Provincia de Álava. Bajo la lámina dice: They always find it difficult to throw us out of such uneven terrain [Siempre les cuesta echarnos de un terreno tan accidentado].
Estampa 3: Infantería carlista ligera de línea. Bajo la lámina dice: To hell with you! These damn blacks are making us run around like crazy [¡Al diablo con ustedes! Estos malditos negros nos están haciendo correr como locos].
Estampa 4: Caballería de la Provincia de Navarra. Bajo la lámina dice: It’s just the same being a rebel as a liberal: don Carlos isn’t losing, the Queen isn’t winning, we get to eat and the people pay for it [Es lo mismo ser faccioso que liberal: no pierde don Carlos, no gana la reina, comemos y lo paga el pueblo].
Estampa 5: Guerrillero carlista o aduanero. Bajo la lámina dice: With the grace of Our Lady of Arranzazu, a Von Mien 190 cartridge [Con la gracia de Nuestra Señora de Arranzazu, un cartucho Von Mien 190].
Estampa 6: Caballería de la Provincia de Guipúzcoa. Bajo la lámina dice: We’ve now been running around these mountains for more than three years like wolves and tell him we’ll die here as old men [Llevamos más de tres años corriendo por estas montañas como lobos y le decimos que aquí moriremos de viejos].
- Galerie militaire. Colección des Disfraces Militares de toutes les Nations[7]. París 1840 – 1855. Esta obra no aparece citada la Historia del Tradicionalismo Español de Melchor Ferrer. Las litografías eran de Coulon, y la iluminación de Déro-Becker. Tomaba como referencia 4 láminas de la obra de van Zeller de Sketches and remembrance of the carlist army, pero con modificaciones. Así cambia en algún caso el color de la boina, los escorzos, los rostros y el fondo. Estas cuatro láminas son variaciones de la 1º, 2ª, 4ª y 5ª de la obra anterior. Lo más destacado es el nombre con las que se las bautiza, pues se hace pasar esas representaciones como miembros del ejército de Cabrera. En concreto las láminas referidas al carlismo de esta Galería militar son las siguientes:
16. Armee Espagnole. Infanterie sous le Commandant de Cabrera.
29. Armee Espagnole. Cavalerie sous le Commandant de Cabrera.
33. Armee Espagnole. Cavalerie, sous le Commandant de Cabrera.
43. Armee Espagnole. Fantassin, sous le Commandant de Cabrera.
- Láminas individualizadas de autor y obra desconocidas, probablemente alemanas. La influencia de los dibujos de van Zeller fue notaria, pues hemos encontrado 6 láminas que evidentemente copian la obra de van Zeller reproducida en Civil War in Spain. Lo curioso es que indivualizan las imágenes. Así la representación de Zumalacarregui toma de ejemplo la lámina primera de Civil War in Spain, cambiándole el escorzo y algún detalle más. Y del mismo modo reproduce los tres personajes de la segunda lámina de aquella obra, pero de forma independiente y con alguna pequeña variación.
- Igualmente, hay unos dibujos alemanes, de los que ignoramos la procedencia, que reproducen la 2 y la tercera lámina de Civil War in Spain. Lo hacen sin colorear, y siendo bastantes fieles al original.
- El diario personal de van Zeller. En el mismo se encuentra representaciones tanto del ejército liberal, como del carlista, y entre ellas un curioso retrato de Zumalacárregui.
Bibliografía:
«O major Carlos Van Zeller desenhador de uniformes militares da época das lutas liberais», en Boletim do Arquivo Histórico Militar. Volume 13. 1943. Vila Nova de Famlicao. Páginas 179 a 185.
Carlos Van Zeller artista portugês da primeira melade do séc. XIX. Vasco Valente Monografia Publication Lisboa: [s.n.], 1942 Tipografia Bertrand.
«Subsidios para o estudo do traje em Portugal no 2.° quartel do sec. XlX» de Rolando Van Zeller inserto na revista Portucale, de 1937, a pags. 207-2011.
Luiz Chaves, Os Pelourinhos. Elementos para o seu calalogo geral. Lisboa 1939.
Bollaert, William: The Wars of Succession of Portugal and Spain from 1826 to 1840. London, 1870.
Costados das Familias Illustres de Portugal, Algarves, Ilhas, e Indias - Arvores de Costados das Familias Nobres. Volumen 2. De Jose Barbosa Canaes de Figueiredo Castello Branco.
Javier Mª Pérez-Roldán y Suanzes-Carpegna
En Madrid, a 29 de julio de 2022
[1] Para comprobar la influencia de los Van Zeller en la primera mitad del siglo XIX basta con revisar el Anuario Portuguez Historico, Biographico e Diplomatico de 1855. Figuraban en el cuerpo consular los siguientes: Cónsul General de las ciudades hanseáticas, Joaquim van Zeller (Vicecónsul desde el 12 de septiembre de 1822, y cónsul general desde el 21 de diciembre de 1832 hasta el 24 de diciembre del mismo año, en que fue dimitido, y readmitido el 31 de mayo de 1842); cónsul de Oldemburgo, Arnaldo van Zeller, nombrado el 30 de noviembre de 1838; vicecónsul de Rusia Federico van Zeller, nombrado el 20 de diciembre de 1844; cónsul General de Turquía, José Pedro van Zeller, nombrado el 16 de diciembre de 1843; cónsul de Sajonia-Coburgo-Gotha, Pedro van Zeller, nombrado el 18 de agosto de 1854. Los van Zeller fueron primero exportadores de vino de Oporto, y desde 1780 también productores, siendo los propietarios de la afamada bodega Quinta de Noval (situada a la orilla izquierda del río Pinhâo, en el Valle del Douro, norte de Portugal), fundada en 1715. De 1722 a 1727 tuvieron el monopolio del tabaco en Portugal junto a los De Bruijn y los Cloots. En el Manual para viajeros por España y lectores en casa, de Richard Ford aparece citado uno de los van Zeller cuando dice que los que tuvieran intención de visitar también Portugal en su viaje por España podían conseguir pasaporte del señor van Zeller, cónsul portugués, por solo 5 chelines en el número 15 de la calle Saint Mary Axe. [2] Los Brownes eran nobles irlandeses que emigraron a Portugal en el siglo XVII huyendo de la persecución religiosa contra los católicos. En el siglo XVIII emparentaron con los Clamouses, procedentes de Toulouse. El cabeza de familia, Bernardo de Clamouse, fue cónsul de Francia en Oporto. [3] Él, exactamente, desembarcó el 9 de julio en Arnosa de Pampelido. [4] Participó en la Guerra Civil portuguesa, y luego, con el grado de teniente coronel, fue enviado a España en noviembre de 1834, permaneciendo aquí hasta finales de 1837. Casó aquí, el 6 de agosto de 1837, en Madrid, con Rosa Montufar Infante (Madrid, 28 de julio de 1815-Cascais, 20 de junio de 1883), hija del III Marqués de Selva Alegre, Joaquín de Montúfar y Larrea (1819-1850). Esta Rosa Muntufar fue amante del escritor romántico y político liberal y masón João Baptista da Silva Leitão de Almeida Garrett (Oporto, 4 de febrero de 1799 – Lisboa, 9 de diciembre de 1854) y fue la musa de su última obra, Folhas caídas. [5]La guerra civil en España. Esbozos característicos de los distintos cuerpos, regulares e irregulares, de los cuales están compuestos los ejércitos de D. Carlos y de la Reina Isabel, así como estampas de interesantes operaciones militares y de trajes usados por los naturales españoles, por un oficial del Estado mayor de la Reina. [6] Escenas y recuerdos del ejército carlista. [7] Galería Militar. Colección de uniformes militares de todas las naciones.
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