Carlos VII, pintado por uno de sus descendientes
- Museo Carlista de Madrid
- 22 ago
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Carlos Morell Orlandis, nació en Palma de Mallorca el 24 de enero de 1957, hijo del marqués de Sollerich y de Isabel Orlandis Habsburgo. Su madre, nacida en Palma de Mallorca en 1931, era hija de Ramón Orlandis Villalonga y de María Antonia Habsburgo y Borbón, una de las hijas del archiduque Leopoldo Salvador de Habsburgo Lorena y de Blanca de Borbón y Borbón-Parma, y nieta por tanto del rey carlista Carlos VII.
La infancia del pintor transcurrió en la célebre Can Morell -por la que pasaron personalidades como Granados, Zuloaga, Falla, Sorolla, Sargent o la misma emperatriz Sissi- lo que le permitió desarrollar un gran interés por la cultura, el arte y la fotografía. Sus vivencias de entonces las plasmó en un libro titulado Palau Sollerich: Memorias de Can Morell, publicado en 2022 junto a Blanca Ballester Morell. En él queda constancia de algunos de los personajes que visitaron el lugar, meca imprescindible cuando en el siglo pasado se visitaba la ciudad de Palma.
En 1975 Can Morell fue vendido al Ayuntamiento de Palma. Carlos rescató entonces un archivo fotográfico familiar, de placas de cristal, que fue base de su libro de Memorias
Morell se describe a si mismo como “un humilde y pintoresco pintor que cree que el romanticismo y la nobleza se encuentran ocultos en el corazón de la gente”. Tras ejercer su profesión en Mallorca, en 2010 se fue a vivir a Shanghái, invitado a unirse al Instituto de Artes Visuales de la Universidad de Fudan como profesor honorario.
Impregnado de los temas del arte oriental, en el Museo de Arte de Shanghái, realizó una muestra de cuadros de su obra, bajo el título "Biología de los sueños", con imágenes cálidas y oníricas. También presentó su obra en el Rockbund de la misma ciudad con temática del dragón chino, así como en la Galería Yi Feng como parte del proyecto "La divinidad de Loong".
El pintor, que se define como un "curvista" por su afición a las curvas, las ondas y el efecto de movimiento que dan en sus cuadros, con imágenes figurativas, en cálidos tonos anaranjados y verdes, de paisajes con animales y seres oníricos.
Desde su residencia en el país del sol naciente y su pasión por la cultura china, Morell se ha convertido en un puente de intercambio y promoción entre la cultura mallorquina y los artistas del gigante asiático.
Carlos Morell no ha mantenido relación con el carlismo que sepamos, a pesar de su genealogía que le entronca directamente con el rey Carlos VII, pero tampoco renuncia a sus orígenes familiares, como prueba el retrato que realizó al pastel de su antepasado el rey carlista, pintado en fecha que desconocemos, pero del que hemos tenido noticia solo muy recientemente.
El estilo es característico de la obra del pintor, con esa facilidad en el dibujo esquemático y ese uso llamativo de naranjas, azules y morados que encontramos en muchas de sus obras, y que tan llamativos resultan en un retrato.
Lo presentamos como una muestra más de los cuadros y retratos del icónico representante de la dinastía legitimista, de una época u otra, que continuamente siguen apareciendo para nuestra sorpresa y deleite.
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